Crónicas Triatlíricas 2 – Virginia

Dicen que el deporte está en los genes, y Virginia ha querido comprobarlo a un nivel que nunca imaginó. Esta es la historia del que «no» iba a ser su primer triatlón junto a su hermano, porque tendrían que haberlo hecho en la Casa de Campo, pero donde esté Aranjuez que se quite lo demás.

Virginia

Mi primer triatlón, ¿quien me lo iba decir hace unos años?

Había entrenado bastante, pero nunca sabes si es lo suficiente para terminar un prueba tan dura, donde tienes que nadar, montar en bici y acabar corriendo. Me daba miedo no poder terminarlo después de haber entrenado todos estos meses atrás.

El día de la prueba iba con muchos nervios, la disciplina que más me asustaba era la natación… me daba pánico no saber lo que había ahí o que me tocaran las algas…. No quería ni acercarme a ver el agua hasta que llegara el momento.

Y así lo hice, me metí en el agua en el último momento y sin pensarlo. Todo empezó bien y me puse a nadar como había entrenado, seguía sin quitarme de la cabeza que quería terminar lo antes posible y salir del agua. Me relajaba saber que tenía al Club 28300, las piraguas y a mi hermano cerca por si acaso. Pasé algún momento malo cuando me tocaban las algas en las piernas y brazos pero aun así conseguí terminarlo y con mucha alegría. Cuando salí del agua, me había quitado un gran peso de encima: «una cosa menos» pensé.

Me dirigí a la bicicleta, me tranquilicé y todavía con nervios me monté en la bicicleta. Las prisas y la novedad de poner el reloj en modo triatlón me jugaron una mala pasada y tuve que pararme a poner en funcionamiento el reloj porque me hacía ilusión tener registrado mi primer triatlón.

Poco a poco me hice con la bici, fuimos haciendo grupeta con Andrés, Cris, Santi, Chechu, Josito, Fernando y mi hermano Diego. Lo que hizo que el sector de bici me pareciese muy corto, vamos que me hubiese dado otra vuelta.

Agradecer los consejos para poder terminarlo, por ejemplo a Chechu que me dijo que aflojara en el último km y metiese cadencia para oxigenar las piernas y así poder correr mejor.

Llegué a dejar la bici, me cambié de zapatillas y nos pusimos en marcha en la carrera. Me quedaban tres vueltas y tenía que reservar fuerzas para terminarlo, bajamos el ritmo y lo fuimos haciendo despacito porque la meta estaba ahí muy cerca. Y por fin llegada a meta, allí estaban mis compañeros del club y Julián para darme un increíble recibimiento.

Es de agradecer el apoyo incondicional del club durante todo el triatlón que me han dado fuerzas para terminarlo y en especial a Julián por apoyarme en estos meses en esta locura y ayudarme a entrenar.

¡¡Ha sido un placer en hacer mi primer triatlón con mis dos compañeras Bea y Cris!!

Solo puedo decir que es una experiencia inexplicable, cansada pero gratificante y que estoy encantada de pertenecer a esta gran familia llamada Club Triatlón 28300 Aranjuez.

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